miércoles, 29 de junio de 2011

Elección Estado de México. ¿Cuál democracia?

A unos días de la elección para gobernador en el Estado de México, salimos a la calle y vemos a Eruviel en las bardas, en los postes, en las casas, en los camiones, en la playera o en la gorra del vecino, en redes sociales y hasta en youtube, es el candidato más difundido y por evidentes razones el más conocido. Para conseguir ese objetivo, el priismo se ha valido de todas sus armas, que van desde acarreados, encuestas truqueadas, aprovechamiento de vacíos legales de medios electrónicos, compra de votos y compra de autoridades; sin sumar la cantidad impresionante de recursos económicos invertidos en campaña, que hasta el momento permanecen ocultos para la ciudadanía y que se darán a conocer hasta después de seis meses de la elección.


El PRD calcula unos 700 millones invertidos hasta el momento en la campaña priista, mientras que el exsenador priista Mauricio Valdés (opositor al grupo Atlacomulco) asegura que el costo real de la campaña del PRI asciende a 10 mil millones de pesos, siendo que el tope de gastos no podía rebasar los 203 millones de pesos, de acuerdo al IEEM, por lo que inmediatamente surge la pregunta: ¿Cuánto de esto corresponde a recursos públicos?, ¿Cuánto ha invertido Peña Nieto para asegurar el triunfo?

Imagen: http://revistaemet.net

El mismo IEEM ha informado que Eruviel Ávila acapara el 76% de la publicidad, sin embargo cuando el PRD presentó una queja ante el IEEM, ésta fue rechazada, por lo que acudió al TEPJF, quien ordenó al IEEM el retiro de 900 elementos propagandísticos, sin que esto haya ocurrido hasta el momento. ¿Dónde está la Institución imparcial que debería velar por la imparcialidad de la contienda?.

Por otra parte, el artículo 299 del Código Electoral Estatal establece que el tribunal podrá declarar la nulidad de la elección si el candidato excede “los topes para gastos de campaña establecidos por el presente código, de manera determinante para el resultado de la elección”, si estamos ante esto, no se le puede llamar de otra manera más que FRAUDE ELECTORAL. 

Yo aprendí de Bobbio que el concepto de democracia va de la mano de la libertad y de la igualdad, me parece que un país puede decirse democrático cuando sus ciudadanos son capaces de decidir por sí mismos sin verse influenciados por la voluntad de otros, donde las decisiones políticas son adoptadas a través de la participación libre de los individuos que se verán afectados por éstas.

En el Estado de México, conviven dos realidades contrastantes, por un lado municipios prósperos y de gran auge económico como Huixquilucan y Metepec, y por otro municipios con alto grado de marginación como San José del Rincón y Ecatepec, paradójicamente el municipio que gobernaba Eruviel antes de lanzarse como candidato.


De acuerdo al INEGI, El Estado de México es la segunda entidad que más aporta al PIB nacional, pero la mayoría de la riqueza se concentra en una clase política privilegiada, según datos de la Dirección de estudios económicos de Banamex, el PIB per cápita en el EdoMéx es bajo en comparación al promedio en México, lo que da muestra de una riqueza mal distribuida, por lo que miles de mexiqenses no cuentan con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, servicios médicos, educación y salud.

Ante esta realidad, resulta difícil imaginarnos a un mexiquense con la autonomía y libertad suficiente para emitir un voto conciente a favor de uno u otro candidato, por lo que no es raro ver a los famosos “acarreados” en los mitins, los cuales son generalmente personas de bajos recursos que acuden con la esperanza de alguna recompensa económica o simplemente en “agradecimiento” obligatorio por el tinaco, los bultos de cemento o las despensas, que reciben no como un derecho sino como un beneficio por apoyar “al partido” en turno. En el nuevo PRI el clientelismo sigue siendo su mejor arma.


En países como el nuestro, la democracia, es por definición, el remedio para la enorme pobreza y marginación en la que vive una importante parte de la población, pero resulta paradójico que para que ésta se concretice a menos en una aproximación, deba existir una cierta igualdad en las condiciones materiales mínimas, de tal manera que puedan ser satisfechas las necesidades y los intereses vitales de todos los individuos, mientras esto no suceda, sólo nos acercamos, pero no somos un país democrático, mucho menos considerando la cantidad de trucos de los que se valen los partidos políticos para influir en nuestra voluntad y los cuales, muchas veces no podemos combatir.

Veo con verdadera tristeza y enojo el panorama, me duele mi Estado, porque no se acerca ni al mínimo democrático, porque sigue siendo asaltado por los de siempre, por los que paladeron las mieles del poder y jamás lo van a dejar, me duele que no seamos capaces de defender nuestra autonomía, porque mientras me den un bulto de cemento voy a votar por quien me ha robado y se ha burlado de mi en mi cara. Alguien dijo: “Los del PRI son rateros, pero te lo pongo así de simple: cuando se meten a la alberca al menos salpican, los otros hasta las toallas te quitan”. Me da coraje, enojo y frustración que sólo contamos como votos y no como seres humanos con necesidades y problemas concretos.

Algo que no logro entender es la cantidad impresionante de gente joven, preparada, con sentido de justicia e ideales apoyando a Eruviel, lo entiendo únicamente como medio para lograr un objetivo laboral o como una herramienta para materializar sus ideales, quizá por indentificarse con los principios y la plataforma electoral del partido, pero nada más. Sé que aún existen priistas que verdaderamente trabajan y que luchan por una sociedad más justa pero que no desconocen que para laborar en la administración pública en un gobierno priista y sin ser priista es como entrar en una cueva de lobos, o peor aún, ser un intruso en una familia. Esto es claro en los ayuntamientos, donde las áreas están repletas de gente que desconoce el trabajo que ahí se realiza, que muchas veces cuenta con un grado mínimo de estudios, pero que estuvo echando porras y acarreando gente en las campañas, como alguien me dijo: “Aquí no importa lo que hagas, sino lo que hiciste para llegar”.


Esta es nuestra realidad, por eso, yo no voy a votar por Eruviel, no me convencen ni sus propuestas ni sus “orígenes humildes”, no me convence su maquillaje ni su sonrisa, para mi representa únicamente al PRI de siempre, el patrocinado por autoridades corruptas, el dirigido por Peña, Hank, Montiel, Salinas de Gortari, el que se sirve de la necesidad económica de las personas.

Por: Lyn